viernes, 15 de febrero de 2008

¿Por qué no volar?


Cuando somos niños creemos en muchas cosas, cosas que no siempre son ciertas, con una mente abierta a todo lo que nos rodea, con la capacidad de mirar más allá de lo superficial, de ver donde nadie ve, pero al crecer vamos perdiendo facultades, nos volvemos más desconfiados, menos credulos, y ese proceso lleva a dejar de creer y por lo tanto a dejar de volar.

Peterpan quedó atrapado en esa fase mágica, de la cual, todos deberiamos guardar un pequeño recorte en nuestro corazón, para poder de nuevo volar, no anclarnos en la infancia, pero siempre llevar dentro de nosotros un poco de esa sensación tan maravillosa que solamente se siente cuando se es niño.

2 comentarios:

Belén dijo...

"Si acaso quieres volar, piensa en algo encantador como aquella Navidad en que viste al despertar juguetes de cristal... VOLARÁS, VOLARÁS, VOLARÁS...".
Espero que tu blog, que comienza aquí, se convierta en ese espacio en el que puedas volar y sentir el viento en tu cara, acariciándote el pelo y dejándote ser libre.
Te deseo un feliz viaje, el de tu vida.

Berta dijo...

Tu como siempre tienes unos comentarios geniales, es que hace poco he empezado o siento que es así, una nueva vida, y aunque soy un poco wendy, en el fondo hay un peterpan dentro de mi corazón.
Gracias Belén